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De actor a albañil | Koinonia con los Llamas | Pt 2
En este episodio de Koinonia con Kike, el actor José Llamas nos cuenta cómo, a pesar de tener éxito, dinero y una familia, se sentía vacío. Un encuentro inesperado lo desafió a reevaluar su vida, llevándolo a dejar su carrera y comenzar desde cero para encontrar su propósito en Cristo.
Acompáñanos en esta poderosa historia de transformación, humillación y fe, donde José y su esposa Mara nos muestran cómo Dios llenó el vacío que la fama no pudo llenar. ¡No te lo pierdas!
Transcript
Porque yo tengo dinero, y tengo fama, y tengo una esposa hermosa, y estoy tan deprimido y tan insatisfecho con la vida, porque estoy en mi casa y lo que quiero es estar fuera. Y eso es muy fuerte, porque a mí nunca nadie me dijo que una vez que yo llegué en la escalera del éxito hasta arriba no había nada.
José, ¿cómo es tu primera etapa de consolidar la relación casante? ¿Qué pasa? ¿Qué ves? ¿Qué sufres? ¿Qué proyectas de tu historia a esta nueva relación? ¿Cómo navegas tú lo que de Mara dice era un tema hasta de terror?
Pero te veía a ti como atrapado querer cambiar esto, pero no podías. ¿Qué veías tú? ¿Cómo navegaste todo ese tema?
Y es que lo interesante es que el papel que yo hice siempre fue el de bueno y en mi esencia era un monstruo y Mara siempre fue muy buena, pero sus papeles eran un monstruo. Entonces esa conexión hizo algo interesante en mi vida.
Yo creo que en muchas áreas de mi vida había como cierto enojo y reencor en la manera en la que fui creciendo porque crecí sin un padre que pudiera atender que lo que había en mi corazón, en un padre que creía que la paternidad se trata de llevar la comida a la casa sin saber cuál es la necesidad del individuo del hijo del corazón.
Y yo sí creo que no solamente estaba mal en ese sentido, sino que también estaba tratando como de buscar identidad porque no sabían dónde ponerme para sentirme amado, protegido, querido, aceptado, aceptado.
Entonces trataba de buscar siempre aceptación en cualquier lugar y tuve mucho rechazo. Crecí con una influencia dentro de mi casa en el sentido de nunca vas a hacer nada bueno, será siempre un bueno para nada.
Al no tener la imagen que quería ni el heterotipo que el papá quería. Pues si no es lo que él era como un dictador, entonces hizo mucho daño mi corazón. Y creo que en la actuación lo que encontré fue un refugio para poder vivir mi vida a través de personajes y el aplauso me daba lo que no encontré nunca en casa.
Entonces el reconocimiento, la aprobación, el aplauso y empecé a tener la fama en el éxito del dinero y ese tipo de cosas que empezaron como a marear mi realidad y empecé a vivir una vida que no era la mía.
Entonces el problema es cuando esa novela o proyecto se acababa, entraban las depresiones horribles porque me daba cuenta de mi realidad y me daba cuenta de mi soledad y me daba cuenta que todo esto es meramente una mentira.
Y eso era como cargueso y para dónde lo llevo. Entonces no sabía realmente cómo amar, no sabía cómo canalizar todas mis emociones, pero lo que sí entendía es que no entendía. O sea yo, ¿por qué yo tengo dinero y tengo fama y tengo una esposa hermosa y estoy tan deprimido y tan insatisfecho con la vida?
¿Por qué estoy en mi casa y lo que quiero es estar fuera? ¿Por qué estoy fuera y lo que quiero es estar dentro? ¿Por qué en verdad estoy amando lo que no debo y lo que debo no lo amo? ¿Por qué hago daño a quien más me quiere?
Y realmente mi problema de ira no era un problema de ira, era un problema de un corazón. Este completamente maltratado, es decir, y se manifestaba pienso yo con la manera de llamar la atención de muchas cosas y el problema es que no sabía cómo llamarla y se me iba de las manos.
Y hacía daño y cuando hacía daño me daba coraje porque hacía daño y entonces hacía más daño.
Fue orgánico. ¿Cómo dirías, y justo de palabras, super atinadas, la depresión, dañado, dañando, amaba lo que no tenía que amar y dice Bersa, quería estar adentro cuando estaba fuera y me dice Bersa, ¿qué distinguiría, porque quizás tú, como adentro del río, no lo ves así, pero para el que escucha, y que quizás tiene esta ilusión de cuando sea exitoso en mi carrera, ya no batallaré con esto y tenderé y experimentaré.
¿Cómo luce o qué distingue a un hombre roto con parches temporales que da el ser exitoso en tu nicho, pero a la vez consciente del monstruo que eres cuando no estás en ese nicho? Porque tú, digo, dentro de tu giro con eso es más, dentro de mi giro como pastor y consejero, ayudo, repito, empresarios, gente, futbolistas, gente que sabe dentro de, oye, soy aclamado en la cancha, en el, en los medios de comunicación soy el prime,
pero mi esposa me tiene miedo y yo no quiero llegar a mi casa y yo sé que estoy mal, pero en esta fuente de la fama y el éxito hayo este placebo, que me adormece, que me marea, ¿cómo? ¿Qué distinguiría a alguien así?
Un grave problema, que en realidad el mundo genera un sistema para ponerte en una posición que meramente eres un producto. Y cuando eres un producto y eres rentable, eres entonces aclamado, pero el mismo azutbolista o el actor en el momento en el que no generas lo que te han llamado a hacer, eres una basura y te desechan como si fuera un frasco de estiércoles.
Y eso es muy fuerte, porque a mí nunca nadie me dijo que una vez que yo llegué en la escalera del éxito hasta arriba no había nada allí. No había nada allí. O sea, un premio ocupaba una vitrina, otro premio ocupaba y de verdad los tiramos.
O sea, varios metimos una bolsa y los tiramos porque solo cosechan polvo dentro de un estante. No genera absolutamente nada. Es cuántas veces aquellos que están viendo en este momento esto saben de personas que podían ser famosas y tenían todo y se quitaron la vida porque no encontraron el lugar donde ellos esperaban llegar.
La expectativa de este mundo es absolutamente una utopía. Esto no es real. Todo lo que te venden es meramente algo que podríamos definir y yo le doy gracias a Dios de poder entender que el éxito en este mundo no opera a través de lo que yo pensaba.
Para mí el éxito era el compadre, la conexión, el dinero, la fama, aquello que yo podía decir lo quiero y lo tengo y eso no es éxito. En realidad eso no es éxito. Eso meramente es la compra del dolor que al final del camino me va a llevar a una destrucción.
El éxito solamente lo entendí cuando conocía a Jesucristo y obedecía a solo es por gracia. Y sabes qué? Mi vida era horrible. Intenté incluso de verdad por momentos terminar con ella. O sea, era horrible.
Me encanta cuando el Señor dice, Cristo Jesús dice, no hay manera de empezar de nuevo si no vuelves a nacer. Es decir, volver a comenzar es que yo tenía que morir a mí mismo porque la verdad es que estaba destruyendo Amara.
Cómo es, José, la gente, esto que creo que saldrán octubre, espero, no sé, pero estamos en septiembre de octubre, creo que es justamente este mes, mes de la conciencia del tema del suicidio. Cómo, cómo un José roto intentó, concierto, inconscientemente, terminar su vida bajo la realidad de escale, escale, escale, este episodio está vacío y ahora que sigue, como, como qué conversaciones tenías, qué prácticas te encontraves siendo,
está boteando, té, para destruir té.
Claro, eso es algo de lo que estuvo rumiando en mi corazón por muchos años. El. No tenía a alguien que fuera una buena influencia en mí. Alguien que pudiera decir las cosas de las que yo realmente podía crecer y edificarme.
Entonces, cuando llegué al tope de la escalera, no tenía de dónde agarrarme porque toda la vida que sí eres un bueno para nada. No sirves. Y cuando llegué a la cima donde ya me quedé conmigo y solamente diría este.
El salvista. Es sola con mi soledad. Me encontré solo y me encontré que había incluso participado de novelas que no habían funcionado. O sea, no todo era rosa y milenojuelas. Y me di cuenta que en verdad, en verdad, en verdad.
No tenía nada. O sea, que lo único que tenía era este recurso económico y tenía dinero. Pero qué pasa si eso me lo quitan? O sea, estoy haciendo pedazos a Mara y qué pasa sin Mara. De repente un día no está porque decide mandarme para la calle por lo que yo he sido.
O sea, me doy cuenta que en esencia no me aguanto ni yo porque no me conozco bien. No encontraba el sentido de por qué me enojo, por qué me molesta esto, por qué me deprimo, por qué no no nunca encontré ese sentido.
Y sabes qué? Sí, creo que en verdad estaba bien perdido porque no tenía absolutamente dirección en nada. No había una base en mi vida. No había nada. La fama me mareó cañón. O sea, era era muy interesante ver que tenía en todos lados primos que no eran primos hermanos, que no eran hermanos.
Amigos que no eran amigos, gente cercana, que nunca fue gente cercana. Este jefes que nunca fueron buenos jefes. O sea, realmente, realmente me di cuenta que estaba súper solo y que lo que no me gustaba era sentirme solo.
Entonces lo que quería era acabar con ese modo de de de vacío en mi corazón, que nada me llena, no me llenó nada. O sea, ni fama, ni dinero, ni éxito. Y entonces yo decía tiene que haber algo más porque ellos me siento así, porque nada me hace sentir pleno, feliz y tengo todo lo que podría ser el gusto del mundo.
O sea, es como un roble. Siempre lo imagino así. El roble que es hermoso, grande, frondoso, pero para sostenerse abajo es una raíz grande con piedras y lucha y batalla y todo para sostener eso. Yo y joles, de verdad es que.
No, no, no, no, no le encontraba ningún propósito, ningún sentido, porque es que no sabía tampoco lo que lo que ni siquiera supe lo que era bueno. No sabía que era interesante.
Mientras tanto, Mara decide retirarse, en cierta manera, dedicarse a la casa y termina en una iglesia. A mí se hace bien chistoso como la economía incluso de esa familia amistad a la que ustedes, por una parte, ya hacen.
Ya sus hijos los habían invitado a la iglesia o habían ido desconectados ustedes. Ustedes no querían decir que eran cristianos y luego duplicaban un diamise, algo por ahí me acuerdo, de la, de la transición.
Sí. De no... Sí. No, no, no, no.
Yo más quería construir el puente porque sé que le estaba pasando como la estafeta amara para que cuelte eso, pero en este vacío del que yo estoy hablando y este sin propósito y completamente perdido y un día haciendo una novela para la univisión en el sur de Miami, un cuate, un chavo, un personaje que trabajaba en los luces, tenía una camiseta que decía en el frente, solo un hombre puede hacer la diferencia y atrás decía Jesús y eso fue el anzuelo que Dios usó para llamarme atención,
¿no? como fue el gusto, el arbusto ardiente para Moisés, o sea fue lo que tuvo mi atención y yo de hecho dejé todo para acercarme a Claudio, peruano, hermoso, cuate y le dije cuál es la diferencia que solo puede desear a Jesús.
O sea yo estaba buscando una diferencia, yo estaba buscando algo que me sacara atrás de la tícher, de la camiseta que era una mano como así que sacaba a alguien de algo, podía ser de la fosa, del vango, del pancano y Claudio fue interesante porque me dijo tienes tiempo, no, y un día nos juntamos a los pocos días y realmente me habló del evangelio y me trajo una biblia y entonces me dijo esto es lo que puede hacer tu vida,
entonces yo llegué a casa y le dije amara oye está este cuate que nos está invitando a la iglesia esa misma semana, a la iglesia el sábado y entonces eso es el puente que nos puede conectar.
Y lo que pasa es que en la iglesia es cristian y yo, acuérdate que había sido católica toda mi vida, incluso los intentos que había tenido como serán en la iglesia católica, los muchachos ya estaban haciendo el, ¿cómo es que se llama?
El catecismo, ¿no? El catecismo. que quedaban tiempo, poquito tiempo para que terminaran, pues porque es la tradición que a mí me pasaron y pues es lo que yo quería pasarle a ellos. Entonces cuando vos se viene y me dices que no se invitaron a la iglesia cristiana, yo por un momento dije, ay no, porque mi, perdón, es que mi experiencia de lo que yo había visto en Puerto Rico, de lo que eran los cristianos,
era terrible, o sea de repente gente gritando que te vas a ir al infierno, que arrepiéntete y entonces con las bocinetas esas en la calle y entonces yo dije, yo, Dios mío, no quiero eso, pero estaba tan mal nuestra situación en el sentido de todo lo que estábamos viviendo, que yo dije, bueno, Dios es uno solo, así que si él quiere ir a la iglesia, pues vamos para la iglesia y ya vemos que hacemos y nos fuimos los dos para Calvari y Chapo,
y entonces eso fue un sábado, Claudio nos acompañó y esa misma noche los dos pasamos al frente y recibimos al Señor a nuestro corazón, o sea, desdimos el paso de fe, entonces pues es una iglesia americana y esa iglesia tiene, o sea, nuestra iglesia tiene traducción los domingos, pero no los sábados y José en aquel tiempo, porque ahora está mucho vigor en su inglés, apenas lo masticaban y con todo eso el Señor lo tocó y lo movió,
¿no? Pero José me dice que él quería regresar al otro día porque quería escuchar otra vez el servicio con la traducción y entonces regresamos el domingo, este, perfecto. Como le estábamos diciendo que somos familia...
Ese weekend los muchachos estaban en la casa de su papá, estaban pues allá, y entonces yo le digo a José ahora que le vamos a decir a los niños, si, claro, nos encantó la iglesia, aquí vamos a venir, pero la composición era si estábamos, si estaban haciendo el catecismo, este, estábamos yendo a la iglesia católica como pudiéramos, entonces le digo no, pues vamos a hacer algo, cuando estemos con ellos el weekend que están en casa,
pues vamos a la iglesia católica y entonces cuando tú y yo estemos solos, que es el que le sigue, vamos solos, porque yo no los quiero confundir y claro, pues acabamos de no ser sin saber lo que estamos haciendo bien, José me dice, sí, sí, claro, dale, vamos a hacer eso y entonces ese mismo lunes, o sea, cuarentes sábados reciban el domingo y regresamos y ese lunes en la noche los muchachos llegan a casa y estamos en la mesa,
siempre tenemos nuestra reunión de mesa y no sé qué hablando y sale la conversación de que habían hecho el fin de semana, esto lo otro, vos empiezas a hablar con Juan Chi, el mayor y entonces empiezas a hablar de este lugar que habían estado en el fin de semana, bueno, para hacer el cuento corto, Michael y Juan, nuestros hijos, este, de este lado, falta Rafa que está de allá, hacía más de un año que ya estaban yendo a Calvary Chapel for Lotherdale con su papá y la novia en ese momento y nosotros no sabíamos nada,
entonces yo le dije, o sea, pues olvídate, ya si estaban confundidos, ya están confundidos, así que vamos a seguir en este caminar y bueno, no terminaron de hacer el catecismo ni nada, porque a pesar de que en mis principios, como es lógico, cuando acepta el Señor en su corazón, no es que todo cambió y ya sé todo, yo sí tenía mis luchas, sentía que estaba traicionando y les de cosas que pasan por dentro,
pero siempre fue la palabra, la que, o sea, de repente me podía decir a alguien un pastor o algo, pero siempre fue la palabra la que me confrontó, siempre fue la palabra la que me habló y cuando Dios me hablaba, yo decía no, si lo dice Dios lo tengo que hacer, o sea, qué chévere que esta persona me está diciendo o esta otra, pero cuando Dios me lo decía en la palabra a mí me daba mucha convicción y entonces dije no,
pues este es el caminar y este es lo que vamos a hacer.
Está increíble, está increíble. Y entonces, José por tu parte, y ahí pasamos ya a la etapa en la que empiezan a implotar muchas cosas de estilo de vida, de comisiones que Dios te da. Ahí me queda muy grabado la conversación que tuviste cuando vienes de regreso a México, hacen esta novela, empiezas a irse y pulgar a un chico y de para un día uno llega y te preguntas qué show y él te da un statement que sacude la doble realidad en la que tú te estabas queriendo permitir habitar.
Y llegas de regreso allá a Florida con una convicción del Espíritu Santo, me queda claro. Claticarnos un poquito de eso. Sí.
cuando nosotros decidimos rendir nuestra vida al Señor en ese momento, o bien, un mes después, recibo un contrato por dos años para ir a la televisión Azteca a hacer novela y entonces claro, cuando era nuestro, ok, vamos a comenzar esto es bien la separación y esto indica que yo tenía que irme pues un año, no, primero para una novela y después a ver qué pasaba y la segunda novela, pero la realidad es que este yo estaba como bien apasionado de lo que de lo que estaba haciendo el Señor en mi corazón,
pero también estaba como que agarrado como de mi cartera, del dinero, de la fama, de todo como que estaba batallando y luchando con mi carne de noción, aquí, aquí, aquí voy a poder, el típico yo voy a hacer luz acá en donde está esta oscuridad de los y yo le empecé a hablar a todos los del señor y a este muchacho un día llegó pues estaba roto con su matrimonio por un problema de abuso de alcohol y droga y lo pusieron en la calle entonces yo tuve compasión por él y todos los martes lo traía a mí el motorfón cuando grabas afuera en la locación te dan un camioncito y ahí estábamos adentro cada martes él venía y yo abrí la biblia y de repente le compartía pero como a los tres meses me dijo sabes qué onda ya ya no quiero y además muy serio él me dijo no quiero que me vuelvas a hablar más de tu dios no quiero que vuelvas a hablar más por mí y entonces yo realmente no entendí y eso es lo que pasó y entonces me dijo esto y este es el estamen que partió mi corazón me dijo viéndome a los ojos me dijo vives lo que dices y me sentí una hipócrata profesional sentí que verdaderamente yo no estaba siendo fiel y digno a quien me había llamado y a quien me había restaurado y a quien había respondido todas mis oraciones y yo seguía todavía en realidad creyendo que en jesus y algo más para poder sostener mi vida y dios usó este muchacho para confrontarme decirme de verdad tú vives lo que dices y me dijo porque es que yo no veo a jesus en tu vida yo no veo todo lo que tú me estás diciendo yo no lo veo en ti yo veo que tú tienes este camioneta y tras el guarbure tienes el dinero y tienes la familia tienes todo y estás cerrado de esto pero no veo lo que tú me estás diciendo en ti y yo empecé a llorar y le llamé a mara y le dije mara la verdad es que necesito tomar a jesucristo en serio porque si estoy haciendo un hipócrita y decidí que tenía que renunciar a todo lo que estaba haciendo en el altar de glorificar mi a mí mismo y de buscar el spot la isla luz para mí y dedicar todo lo que era mi vida y mi corazón a quien murió por mí y ese fue así que tenía que morir a mí ahora cómo se hacía eso no tenía ni idea y lo peor fue que cada vez que estaba como certero en sí sí lo quiero pues entonces había escenas de sexo escenas de cama este cosas que no me permitían este yo sea mi mi tiempo de lectura en la mañana llegaba y la primera escena era de cama y entonces era terrible porque me totalmente me robaban la atención de lo que dios quería hacer y lo que yo estaba era confundido y distraído y pasó la siguiente novela es decir el segundo año mara venía a veces a méxico yo venía y el segundo año sí me empezó a sentir muy sucio hacia no ver si me empezaba a sentir muy sucio empezado a sentir como que no pretenecía allí ya no era mi nicho mi modo de vida ya yo quería salir corriendo de ese lugar y no volver jamás y entonces claro en una de esas en una escena de la manga y era una escena de cama y estaba todo preparado perfecto y la muchacha que estaba de protagonista podía ser muy hermosa y todo pero ya lista para la escena y ya en ese momento las escenas eran verdaderamente este pues muy expuesto de la carne no y ella viene porque yo decido no hacer esa escena y hablo con el director y ya viene y me dice ay muy santo no y la realidad es que yo le dije es es por eso es justamente por santidad que no la puedo hacer y yo recuerdo haberle dicho al director y ojalá esté viendo esto para que recuerde cuando yo dije no me vas a volver a ver nunca más y para para no dar más testimonio porque tenía un contrato tenía que acabarlo pero termine esa novela y decidí en verdad no hacer más nada de la gloria de este mundo y simplemente renderme al señor cueste lo que cueste que eso es cueste mi vida para que el ser rey y no yo
y ahí viene el tema de regresas, recuerdo cuando me contaste que, pues repito, al final del día ya el estilo de Viano está, implotan, implotan, implotan, acabas bandereando en una obra de construcción y pasaban y te decían las señoras, la clásica de, es usted, porque la gente a veces como que tiene esta idea de que vengo a Cristo y todos mis orejuelas y todo es increíble y es el cielo en la tierra,
pero seguir a Cristo va a costar, a Él le costó la vida a comprarnos para él y nos ofrece una nueva vida, pero el podar y el sinselar y a quitar lo que no luce, a veces va a doler, es incómodo, yo recuerdo puntualmente mi primer año viendo esta película de Wolverine que está ahora sí que está bien baboso, bueno, más estoy un poco menos baboso, pero decía en la película te vamos a ser indestructible,
pero primero tenemos que destruir y era cuando le iban a poner toda la estructura de adamantium y demás y para mí fué fito santo, que yo me dijo, este es el playbook para este año, te voy a ser indestructible, pero primero tengo que deshacer porque necesitaba ser desecho, era una porquería perverso en todos los niveles, en tu caso cómo fue ese dios podando, mientras las maras ya estaban ahorrando y estaba ella integrándose a la iglesia y demás,
cómo fue tu podada de dios.
Pues en mi caso fue porque el dinero era mi Dios, entonces Dios es experto en derribar el tares que no son para él y lo que hizo fue empezar a trabajar con eso, fue lo primero que usó que estuve un año y medio sin trabajo y sin dinero y sin recurso de manera que lo que teníamos ahorrado lo perdimos completo para demostrarme Dios de quién dependía mi vida y quién era el proveedor y después de estar orando señor por favor abre una puerta y de habernos quedado de verdad sin este lo que podía haber sido este mi Dios y orando el señor abre una puerta queremos hacer lo que tú digas y entonces el señor empezó en este situación de ir podando pues abre una puerta en una compañía de construcción como albañil obviamente eso yo no le iba a tomar ni a palo pero como el señor este le usó su palo celestial entonces fue la única puerta que abrió y fue muy interesante la confrontación porque cuando yo este decido sí entrar aunque a la compañía de construcción este literalmente sí fue como albañil o sea literalmente fue medir un chalequito así neon con mi casquito blanco y lo primero fue un un un un un un un letrero aquí en Estados Unidos este es bien común que el más bajo de los bajos de los albañiles del más bajo bajo bajo el jornalero y quita todo el escombro y el letrerito haces que en el sentido de cómo y dios iba como decía tu que tejiendo todo es en una en una obra y cora los hielvos que es hasta el sur donde están todos hispanos y entonces yo estoy con mi letrerito y de repente viene un carro y se paró delante de mí una señora y baje el vidrio y me dice qué no me lo están haciendo y yo agarradito de mi letrerito stop y sentí pero no audible
Estaba haciendo todo personal, y me dejaba con nada personal, y ahora estaba haciendo todo personal.
I don't think so, not at all.
Dios personal conmigo. Todo es personal. Oh, no. Y como estaban los camiones de concreto, y sabía un movimiento ahí, no sé qué pensó la señora, pero me veó y me dijo, putada, y mi chalequito era muy nuevo, porque todavía no estaba manchado típico de novela.
Entonces dijo, no, pues qué novela. Se personajes son albañil y la onda. Pero yo sentí aquí sincero, audible, sentí bien claro la voz del Espíritu de Dios diciéndome, si me niegas delante de los hombres, yo te negaré delante de mi padre.
Y entonces yo tuve mucho temor de eso. De no engañar, no fallar, sino que tenía que hacer lo que Dios estaba haciendo. Y entonces le dije a la señora, tiene cinco minutos, y le empecé a explicar a la señora lo que yo estaba haciendo ahí, simplemente dando testimonio.
La señora no podía absolutamente creer. Yo no sé si la señora se fue pensando y yo estaba este, loco, y Pablo dice, estamos locos por el señor, que estamos locos, así que amén por mi locura. Porque sí, después de esa obra fui a otra y a otra, o sea, iba en distintos lugares, y en todos los lugares donde me pasaba, gente que no podía creer, los que manejaban las máquinas, las escamadoras, las tocas cubanos,
que había novelas, de repente, o sea, ¿qué pasó? Y yo decía, tiene cinco minutos. Y él tiene cinco minutos y se convirtió como un motivo para abrir del Evangelio, convertir lo que Dios estaba haciendo conmigo.
Ahora, la mayor parte de lo que estuve haciendo mientras estaba en las obras, como el Vajil fue con un roto martillo, que es este martillo que le llaman Jack Hammer, para romper el concreto. Bien interesante, cada vez que yo rompía, era un recordatorio de lo que Dios hacía en mi corazón, orgulloso, para romper el corazón de piedra y poner un corazón sencillo y sensible, que fuera más humilde y bueno,
¿no? Entonces, cada vez que yo salía y sentía como, porque yo lloraba, para mí era una humillación bien grande, desde haber estado hasta arriba y haber dejado todo en el momento más importante de mi carrera, donde vamos a dinero, creo que fuera, y venir aquí a hacer el chalan más jornalero, a levantar la piedra y todo, para mí fue muy humillante, pero eso es lo que Dios usó, eso es lo que Dios quería para mí.